Epimeleia, en griego, significa Cuidado.
El cuidado hacia Uno
El cuidado a los vínculos
El cuidado hacia lo espiritual
Somos una Asociación Civil sin fines de lucro, dedicada a brindar servicios de Consultoría psicológica.
Formados en el Enfoque Centrado en la Persona, sabemos que es el individuo el que poseé los recursos necesarios para su mejor desenvolvimiento.
NUESTROS OBJETIVOS
Desde el Counseling, nuestro objetivo es:
* Ayudar, orientar y acompañar a todas aquellas personas o grupos que se hallen en circunstancias difíciles del transcurrir vital para que logren una mejor calidad de vida
* Facilitar procesos de cambio, desarrollo y despliegue en personas y grupos
* Difundir lo concerniente al Counseling y al Enfoque centrado en la persona como profesión de ayuda y como metodología de trabajo
* Actuar como agentes de prevención primaria
El cuidado hacia Uno
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* Actuar como agentes de prevención primaria
sábado, 7 de abril de 2012
Controlar con todo el cuerpo
Algunas personas, van tomando a medida que pasa la vida, unas características que en términos generales parecen acercarse al control. Puede ser que una parte de ellas, hayan llegado a esta situación, sin tomar conciencia de la velocidad y el vértigo que fueron adquiriendo para llegar a convertirse en una mujer orquesta, o en un hombre múltiple. Estas personas mantienen una gran cantidad de tareas, se cargan y sobrecargan cada vez más. Como envueltas en un aturdimiento infinito, pasan los días sin mirar el presente con atención. Puede acontecer que el control aparezca como una necesidad, una obligación o una imposición. Cualquiera fuera la forma, esta exigencia mandada o adquirida nos permite confrontarnos y elegir el camino del cambio. Una diversión que he visto en otros tiempos, era la de un acróbata que colocaba un palo largo y fino, como si fuera un taco de billar, lo ponía perpendicular al piso y al mismo tiempo que le apoyaba un plato en la punta, los hacía girar juntos. Con la fuerza centrífuga, el malabarista lograba que el platillo y el palo, tieso como un atlante, se mantuvieran en equilibrio. Ambos desafiaban la gravedad en un giro veloz y esforzado. Mientras tanto, realizaba esa operación varias veces. Dos, tres, cinco platos girando. Ante el asombro de los espectadores, continuaba instalando platillos y corría para darle más energía a los primeros platos que comenzaban a decaer, incrementando así la tensión y el espectáculo. En algunas oportunidades conté más de quince platos. El equilibrista tropezaba y resbalaba en los intentos por mantener todos los platillos en movimiento. Muy aplaudido pero agotador, sencillamente ¡agotador! La desproporción en el esfuerzo, la dificultad para concretar los registros perceptuales, la carga incesante para acarrear el día y el peso de las múltiples actividades, pueden generar diferentes situaciones que algunas se muestran en el ánimo y otras en el cuerpo. Ese atlante erguido, que sostiene todo el universo y controla el movimiento de los planetas, en algún momento su mente se cansa, se agotan sus fuerzas corporales, su espíritu siente la pesadumbre y necesita frenar por el exceso de obligaciones y deberes. Pareciera que a mayor compromiso, a mayor necesidad por controlar, la desproporción se anuncia indeclinablemente en nuestro ser. Sin embargo, las personas que han encontrado la forma de soltar la sobrecarga, de mirar y elegir a cada momento, de abandonar esfuerzos desgastantes, y aceptar lo que pueden llevar, logran tener un andar más liviano Entonces, la posibilidad de caminar dejando unas huellas sutiles, etéreas y aireadas, nos permitirá elegir a cada paso, cuánta carga llevar, cuánto tiempo correr y cuánta energía invertir. Alejandro Lemos epimeleiaargentina@gmail.com
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gracias Alejandro y Gabriela. Cada vez me familiarizo mas con la actitud de mirar como aligerar la carga. Esto requiere chequear continuamente el peso que llevo. Y tambien tener en cuenta que hay sobrecargas dificiles de abandonar. Un abrazo, Ana Maria
ResponderEliminarMuy bueno!! comparto la totalidad de estos dichos.
ResponderEliminarEs a lo que aspiro pero despues de tantos años de mandatos familiares se hace una tarea ardua pero no imposible. Hay que comenzar ha conocernos quienes somos en realidad,hay que ser valientes para reconocer nuestros defectos y corregirlos.Hay que alejarse de lo mediático y dedicar un tiempo a bucear dentro de nosotros.Por eso digo que no es fácil, hay que desaprender lo aprendido y eso lleva tiempo. Tengo 60 años y estoy en ese camino. Darle lugar a lo verdaderamente importante.Con afecto, Liliana.
ResponderEliminarMe hubiera encantado leer este artículo hace 40 años, cuando pretendìa solucionar los problemas del mundo y mios y cargaba todo en mis espaldas y casi muero en el intento. Gracias Grabriela y Alejandro. Betina
ResponderEliminarlei con atencion, este articulo, y a mi personalmente, el dolor de la perdida de mi esposo, me ha ayudado enormemente a reaccionar, con repecto a mi vida, no desespero como antes, por lograr muchas cosas al mismo tiempo, ahora dejo fluir las cosas con tranquilidad, y vivo el dia a dia. tengo paz, y no me permito desesperar como antes.desde ya que hay momentos tristes y de sobrecarga. lo que hago no es doblegar mi voluntad, sino pedir ayuda si lo necesito. soy mas comprensiva que antes y mas con el que sufre. como he sufrido mucho y sigo sufriendo al extañar a mi esposo mucho, pero de otra manera, asi va pasando mi vida sin abarcar demasiadas cosas, y en paz, con todo mi agradecimiento a GABRIELA Y ALEJANDRO, POR SU AYUDA, ES IMPORTANTE ESCUCHARLOS NOS BRINDAN SU APOYO Y A PERSEVERAR, PARA SENTIRNOS MEJOR, LOS QUIERO, AMANDA
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarAlejandro: ¿alguien te estuvo hablando de mí? Porque me describiste tal cual soy... ¡No sabía que mi fama había alcanzado tales dimensiones como para que me escribieras un artículo! ¡Guau! ¡Soy una grossa! Hablamdo en serio: me parece clave el verbo ELEGIR. Si pretendo controlarlo todo, entonces no debería de haber quejas. Lo que elijan los demás, es cosa de los demás, no deberíamos cargar con eso. Si ejerzo mi libertad, mi derecho a elegir de qué hacerme cargo y de qué no, tengo la oportunidad de conocer, aceptar y ensanchar mis límites.
ResponderEliminarUn beso, y gracias.
Fernanda.
Hay momentos que no queda otra que balancear los muchos platos,cuando la situacion es extrema y nos requiere por completo.Tambien hay otros en la que podemos reducir el esfuerzo.Lo dificil es diferenciar unos de otros,eso es sabiduria.Saludos.
ResponderEliminarLorraine
Me encantó la metáfora de los platillos y me recordó cuando corría de un colegio a otro buscando a mis hijos, a los médicos, dentistas, trabajar, organizar la casa, la comida: qué comemos hoy?!, esa bendita pregunta. Sí, la imagen de los platillos me hubiera venido muy bien en esa época. Pero por suerte aprendí, hoy sólo me engancho con lo que quiero y me gusta. También es cierto que los hijos crecieron y mi marido aprendió a lavar platos demás yerbas. Cariños. Laura.
ResponderEliminarLa vida nos va llevando como en un carrousel desbocado, a sobreexigirnos, a ser múltiples, a perseguir cada vez, más metas. Pero, a todos, de una u otra manera, nos llega un momento, en este "camino" que nos toca recorrer, de priorizar, valorando cada amanecer.
ResponderEliminarEn particular, la muerte de mi hija a los 39 años, marcó un antes y un después en mí.Sé que nunca volveré a ser la misma, que siempre va a llorar mi alma, pero, también ,aprendí que debo poner mis pautas, y vivir cada paso que doy, porque cada día que vemos, es lindo.
MARIA ROSA ORENGO:¡QUE BUENO SER DIEZ O MAS PERSONAS QUE LEIMOS ESTE TEXTO! ESTOY APRENDIENDO TANTO, A NO MOVER TANTOS PLATITOS, QUE HOY MI HIJA DE DOCE AÑOS TENÍA QUE IR A DANZA Y ME DIJO:- MAMÁ TENES LOS OJOS MUY CANSADOS, SI QUERES NO ME LLEVES A DANZA. Y LE RESPONDI: - TE ANIMAS A QUEDARNOS, VOS HACES ALGO TUYO Y YO "CHEQUEO" UN POCO MIS MAILS. QUE TENGO ABANDONADOS. Y AQUI ESTOY GOZANDO DE "LEER" UNA HORA DE MI VIDA TANTAS COSAS BELLAS Y HERMOSAS QUE ME ENVIAN AMIGOS/AMIGAS COMO USTEDES. EL SEÑOR ALEJANDRO SABE QUE ME RECIBI DE MAESTRA DE GRADO HACE POCOS DIAS, PUES ESTOS DIAS DE INSCRIPCION Y DEMAS PARA EL NIVEL TERCIARIO LOS ESTOY TOMANDO COMO DIAS "SABATICOS". NO COMO PREMIO A HABERME RECIBIDO O SER VAGONETA,SIMPLEMENTE,CREO QUE ESTOY APRENDIENDO A LEVANTAR EL PIE DEL ACELERADOR Y OBSERVAR UN POCO MAS EL PAISAJE DE LA VIDA QUE ME ESTA ESPERANDO SEGUNDO A SEGUNDO. GRACIAS POR LO QUE HACEN INFINITAMENTE.
ResponderEliminarCON EL CARIÑO DE SIEMPRE: MARIA ROSA ORENGO
Es tal cual! y la mente se agota, el cuerpo no descansa y a veces hasta se enferma! intentaré practicar "el elegir" y "el aceptar" que hay limitaciones...Que dificil!!! Pero para eso está Alejandro. Gracias! por tanto entendimiento y por hacerme sentir acompañada. tu ayuda es valiosísima para mi!!!
ResponderEliminarComo siempre, estas metáforas dan para mucho. Me quedé pensando en que a veces tenemos miedo de dejar de agregar y sostener platitos porque para elegir hay que parar, pensar y CAMBIAR. Y eso da miedo. El miedo paraliza pero esa forma de “no parar sin pensar” es también una forma de parálisis. ¡Cómo me ayudan estos intercambios!! La lectura disparadora y luego todos los coments. Buenísimos!!!
ResponderEliminarMIT.-
Hola a todos.... genial lo dicho ... y no quisiera poner un "pero"... pero hay que aprender a disfrutar de ir mas liviano, tarea dificil a veces. :) un gran abrazo
ResponderEliminarGracias Alejandro! me senti muy identificada, gran parte de mi vida fui asi, haciendo malabares y sosteniendo situaciones insostenibles ... pero hace un par de años decidi dar un cambio muy importante en mi vida y elegi VIVIR aunque a veces (cada vez menos) vuelve la loca perfeccionista que cree que es la mujer maravilla! abrazo grande!
ResponderEliminarMe siento identificada con el texto , la metafora, sobre todo el año pasado tuve un año pesadisimo , este año estoy empesando . tengo mucha fe que voy a poder cambiar muchas cosas , para poder sentirme mejor , muchas gracias Alejandro , Cristina
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