Para Lic. Marcos Herrou, que me regaló esta historia.
La regla de tres simple y otros obstáculos
Carlos entró con unas bolsas que parecían pesadas, en silencio fue
dejándolas con cuidado en el piso.
Abrió la primera, que contenía unas piedras. Unos guijarros lisos, la
mayoría bastante grandes, del tamaño de
una palma.
Eran parecidos, y mientras los iba desparramando delicadamente en el
piso, me decía que había traído para esa entrevista unos obstáculos.
Con pequeños pasos, se desplazaba entre los bolsos y seguía abriendo uno
tras otro. Concentrado en la tarea, miraba que todo estuviera como lo elegía.
Después de las piedras, dejó una pequeña montañita de tijeras, todas distintas,
parecían en desuso.Con partes rotas, algunas puntas quebradas, puedo recordar
una que otra oxidada levemente.
Así siguió con unas bolsas con rollos de papeles escritos, otra con lápices
de colores, de todos los tamaños y la mayoría sin punta, otras tenían piezas de
alguna herramienta o utensilios que en otro momento fuera útil y en ese momento
se veía como un chirimbolo extraño.
Terminado el despliegue, siguió con la idea, “son todos obstáculos, los
traje como símbolo para que los veas”.continuó con una voz serena y despojado
del peso, “estos inconvenientes son tan parecidos como los que llevo adentro, molestan,
los siento inservibles, no entiendo para que los cargo y aún menos comprendo
para que me podrán servir.”
A partir de esas palabras, se sentó y siguió abriendo el ser. “Como
intenté ordenarlos, para eso los traje en bolsas, también pensé en dos conceptos
que me clarificaron mucho más todavía la situación de las dificultades y trabas.
Puse en el escritorio de casa, detrás de mi silla, dos pequeños
cuadritos para tenerlos siempre presentes. En uno hay un ejercicio de la regla
de tres simple y en el otro, bien centrado solo dice Ramírez.
Cuando era chico me explicaron en el colegio la regla de tres simple y
no la podía entender. Intentaron de varias formas, con mucha paciencia y nada.
La regla de tres simple era una prominencia inexpugnable, un imposible para mi conocimiento.
Claro que también descubrí que era algo mío, un obstáculo interno, algo
que de alguna manera, tendría que pasar. Una traba que por ese entonces, no
sabía como mover; por mi propia carencia o las herramientas que reconocía
ypodía utilizar.
Todavía recuerdo la cara de felicidad que puse cuando la entendí. Cuando
logré pasar esa valla y sortear esa limitación interna. Fue como avanzar un
casillero al que no regresaría más.
Hoy la regla de tres simple la puedo hacer mentalmente, y es para mí el
símbolo de como superar los obstáculos internos.
En el otro cuadrito, puse sin titubear: Ramírez.
Ramírez fue un profesor de química, no era por la materia, sino que era
por el mismo. Una persona muy mala, nociva solo por hacer daño. Era una piedra
en el zapato, un tábano aguijoneando el cuerpo, malicioso y con intención de mortificar
Descubrí entonces, que Ramírez eran los obstáculos externos. Esos que
aparecen para entorpecer y hacer claudicar en el camino, esos que frenan la
marcha y ponen un horizonte oscuro.
Con Ramírez aprendí la diferencia, dar un paso al costado, correrme del
frente y buscar otras formas de sortear el impedimento, era lo que dependía de
mí. Definitivamente no podía camiar la forma de ser de Ramírez, solo intenté
pasar por otras salidas, sin enfrentarlo.
Esos dos cuadritos me dejan hoy bien a la vista si un problema es
interno, que puedo revisar, tal como la regla de tres simple o si la dificultad
llega desde afuera y trato de probar una salida lateral.
En estas bolsas que traje, hay gran cantidad de obstáculos, algunos
pueden estar en uno de los cuadritos, y varios en el otro.
Intentar diferenciar los problemas, aceptar que algunos tengan solución
y otros esperen por mejores momentos para
visualizarlos, también, reconocer la exigencia y el impedimento cuando
venga desde afuera, parece una idea como para comenzar con todas estas cosas
que traje”
Alejandro Lemos
Muy lindo texto.
ResponderEliminarBien!!!!!!!!!!!!!!la metáfora de la regla de tres.
Recuerdo un cuento de Bucay que habla de obstáculos.
Termina diciendo un niño que se encontraba en el camino (que era él cuando chico).
"Este lugar no tenía obstáculos antes de que llegaras.
Los obstáclos los trajiste tú".
Mraravilloso cuento.
Creo en lo que dice el final. Los ostáculos los tenemos nosotros y los llevamos con nosotros, y está en cada uno poder esquivarlos, sortearlos, correrlos para poder ver el camino despejado y seguir por el sendero elegido, que seguramante conduce a la felicidad.
Cuando estamos en consulta, nuestros consultantes taren llenas sus mochilas. Es ahí donde acompañamos caminando juntos para que ese camino se despeje y poder visualizar hacia donde ir.
Cuando dan cuenta que esos obstáculos están porque los traen consigo, camabian, buscan otras opciones, eligen, y todo se torna más claro y visible. Un horizonte que espera ancioso con sus amaneceres, colores, matices y tintes de oportunidades.
Gracias por compartir tan lindos temas.
Silvia F
Este texto me llega justo cuando estoy atravesando una situación con mi hijo donde, de acuerdo a lo que percibí después de haber charlado con él, en un encuentro de gimnasia, se sintió angustiado y humillado. Le escribí un mail al coordinador de Ed Física y a la Directora se los copio....pero haber leido esta historia, me ayuda a reflexionar y poder acompañar a mi hijo en su proceso de crecer y educarse (tiene 9 años y está en cuarto grado). Muchas gracias!!!!
ResponderEliminar"Hola, Ramiro, el motivo de este mail es comentarte un hecho que sucedió el jueves pasado en el Huracán con Joaquín, su profesor y un compañero, que no es del grado de Joaco, Augusto.
De acuerdo al relato de Joaquín, se dirigían al baño cuando, Augusto, que llegó primero, lo asustó y él reaccionó con un insulto a Augusto. Aparentemente se escuchó en todo el lugar. El profesor se enojó y al no recibir respuesta de quién había sido el que había insultado, dejó a los chicos sin actividad hasta que el responsable se hiciera cargo de lo que había hecho y lo dijera.
Joaquín esperó a que el profesor se calmara y muy angustiado, se hizo cargo de lo que había dicho y aludió que no había sido su intención insultar.
Bueno, hasta acá el relato de los hechos versión Joaquín.
Percibí que Joaquín se sintió humillado por tal situación y me pregunto porqué se puso foco sólo en la reacción de él y no en la acción de Augusto.
Te agradezco la atención y nos encontramos a tu disposición para cuando lo consideres oportuno.
Un saludo,
Silvia y Gerardo"
Silvia Y Gerardo
ResponderEliminarAcompañen a su hijo en esto. Por su corta edad muy maduro su pensamiento.
A veces los grandes (maestros, profesores, etc), no ven las consecuencias de lo que puede acarrear alguna situación. Actúan por impulso, por inmediatez de poner orden frente al grupo pues tienen el control en ese momento del grado o del curso, pero no se detienen a pensar al alumno como sujeto,sensible,emocional, pensante, sentimental absorbente de cuestiones y resoluciones mal tomadas porque fueron pensadas sin profundizar.
Qué bueno que este escrito sirvió para hacer el in-insight
Gracias Alejandro.
ResponderEliminarEl relato me ha permitido ver los dos cuadritos en mi historia.
Un abrazo