Epimeleia, en griego, significa Cuidado.
El cuidado hacia Uno
El cuidado a los vínculos
El cuidado hacia lo espiritual



Somos una Asociación Civil sin fines de lucro, dedicada a brindar servicios de Consultoría psicológica.
Formados en el Enfoque Centrado en la Persona, sabemos que es el individuo el que poseé los recursos necesarios para su mejor desenvolvimiento.


NUESTROS OBJETIVOS

Desde el Counseling, nuestro objetivo es:

* Ayudar, orientar y acompañar a todas aquellas personas o grupos que se hallen en circunstancias difíciles del transcurrir vital para que logren una mejor calidad de vida
* Facilitar procesos de cambio, desarrollo y despliegue en personas y grupos
* Difundir lo concerniente al Counseling y al Enfoque centrado en la persona como profesión de ayuda y como metodología de trabajo
* Actuar como agentes de prevención primaria

sábado, 28 de mayo de 2011

Los procesos del cambio 3 - Salir del laberindo, reconocer la senda

Los procesos del cambio 3 - Salir del laberindo, reconocer la senda

“Ahora no importa lo que hicieron de ti,
Sino lo que vas a hacer con lo que hicieron de ti”

Jean Paul Sartre


Los procesos del cambio 3

Salir del laberinto. Reconocer la senda

Este tramo del proceso de cambio, fatigado en pasos reiterados, angosto como un túnel de minero, enmarañado como un ovillo enredado, es un delicado tránsito por recorrer.
Veremos en cada paso, las distintas marchas que pueden acontecer en el SARA:

Susto – Sorpresa

La llegada de un cambio, sea cual fuera el inicio, nos sacude como un golpe de agua fría. Nos deja helados, atónitos y sin respuestas inmediatas.
Puede aparecer súbitamente como un grito en la noche, y surge un sentimiento que paraliza y estremece el andar.
Esta etapa, de abrupta llegada, va aconteciendo, según los casos, con relativa ligereza.
Junto con el susto y la sorpresa, se va instalando lentamente la incertidumbre del ¿cómo será? ¿Cómo haré? o ¿cuándo pasará? Entre tantas probabilidades que se pueden ir gestando, como interrogantes infinitos de difícil elaboración.

Ansiedad – Angustia

La incertidumbre es una eterna partida de ajedrez. Un complejo sistema de ecuaciones indescifrables ya que se estacionan en el futuro, sin permitir abrir el presente y mirarlo. Sumado a esto, la imposibilidad de utilizar las recetas del pasado, ya que es el presente el que está cambiando.
Esta traba para resolver el enigma, esta pérdida de potencia para hacer, esta incompetencia en descifrar la incógnita, nos lleva decididamente a transitar por una angustia o sentirnos ansiosos para salir del laberinto.
Esta situación puede ser el lugar apropiado para que progrese un temor, un miedo a lo desconocido. Una emoción primitiva que la llevamos dentro como una filigrana del hombre del pasado.

Rechazo – Rebeldía

El miedo puede instalarse por delante y no dejarnos ver, cortarnos el camino sin permitirnos avanzar.
También, hay otro miedo que puede llegar por atrás, y hacernos correr sin saber a donde ir, solo para salir de ese lugar.
Esta situación de estanco, de emociones poco agradables, nos puede dar el lugar para concluir en una definición irrefutable: ¡no puedo!
La impotencia de avanzar hacia el cambio, instala con mucha rudeza el rechazo y la rebeldía. Cerrando el círculo con distintos tipos de negativas para seguir avanzando.

Aceptación – Asentimiento

El haber transitado los pasos previos con el convencimiento de revisar cada palmo del ser. Conociendo y valorando todas las formas que se encuentran, van dando mayor flexibilidad para reconocer el cambio y como quedo yo dentro del cambio.
Consentir lo diferente, permitir que algo distinto se acerque sin rechazo, y abrirse a la experiencia son en conclusión, la escencia de la aceptación.

El transito por el SARA, nos propone una nueva forma de mirar, un punto de vista que cambie la perspectiva.
Leopoldo Marechal dijo: “Del laberinto se sale por arriba.” Sin saltarlo, sin treparlo, sin romper estructuras, solo con poner la mirada en otra parte, en otra estrella que nos guíe, que nos posibilite con su brillo, encontrar un norte donde ir abordando la salida, y a pesar del encierro sentido, saber que la desembocadura está desde otra mirada, que estaba dentro y puede ser considerada parte de la búsqueda.

Alejandro Lemos

3 comentarios:

  1. Siempre estos artículos me disparan algunos pensamientos que me gustaría compartir y que tuvieran continuidad en diálogo con otros lectores y con el autor. Se me vino a la mente la imagen del "efecto barricada", cuando uno trata de elegir qué hacer frente a una decisión que hay que tomar, y sentimos una barrera de prioridades que no se ordenan y no nos permiten priorizar. Hay que elegir, como sea, pero hay que elegir, pasar del discurrir al hacer, porque si no, estaremos eligiendo la parálisis. El "no puedo" de la etapa "R" (rechazo, rebeldía) tal vez sea un "no quiero" vestido de víctima. Nadie quiere pasarla mal. Ni hacerse cargo del cambio. Respecto del laberinto, se me ocurre que también vale la pena valorar el tránsito, no solo la salida, el punto de llegada. Si pudiéramos valorar cada uno de los aprendizajes en cada paso dentro del laberinto, relajándonos al valorar el aquí y ahora, se me hace que sería más posible hallar la salida dentro de uno, en un cambio de actitud, más que en un "acierto". ¡Gracias!

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  2. Creo que cultivar la flexibilidad es un punto clave, nos permite acompañarnos en los procesos de cambio con una apertura mayor que nos permite no sólo abrirnos a la experiencia sino también nos da la posibilidad de disfrutarla.
    Muy bueno el artículo, gracias por compartirlo! Estela

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  3. Inevitable es el camino que describen.
    Gracias por compartir la claridad de sus palabras. Un abrazo! Andrea

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