Te fuiste Tato y nos dejaste tanto.
Tanto que ahora, en este mismo momento, es tanto lo que te queremos decir, que cosechamos las letras, como racimos maduros y nos es difícil comenzar.
Que hayas sido la persona que trajo el Psicodrama a la Argentina. Que hayas escrito desde "El señor Galíndez", hasta "Asuntos Pendientes". Que hayas escrito, dirigido y actuado en infinidad de obras en teatros, no nos alcanza para describir tu figura, tu humanidad y potencia.
Un militante cultural, compañero de miles y generoso hasta la serena seguridad de considerarnos humanos y por esto, tan iguales.
Nos fuimos un día hasta tu casa con Gabriela, como dos atrevidos te tocamos el timbre para hacerte un reportaje.
Nos pellizcábamos con miraditas cómplices.
Abriste la reja y cuando entrábamos, te dije un montón de gracias.
Algo así como: gracias, gracias, gracias y más gracias.
Entonces, con ese vozarrón nos dijiste: ¿Qué son tantas gracias?
Es que nosotros somos dos pichis (mientras vos nos mostrabas donde sentarnos) y vos Tato nos dijiste algo, que al refrescarlo, volvemos a sentir tu amorosidad.
Así de sencillo entramos y revivimos unas ventanitas de tu vida y anduvimos por esos techos, por donde corriste cuando te fueron a buscar los milicos para llevarte. Entramos en un grupo de psicodrama, como si estuviéramos allí y te sentimos tan cerca, pero tan cerca, como en la primera fila en el teatro.
Nos quedan los libros que nos regalaste y la inmensa experiencia de lo vivido.
Aquellos que elijan escuchar ese reportaje, aquí va con todo ese amor:
Gabriela Cartasso
Alejandro Lemos
Asociación Civil Epimeleia
www.epimeleia-argentina.org
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